En su camino al trabajo, una mujer se encontró con un perro en la calle. La carretera estaba llena de tráfico, lo que la hizo peligrosa. La mujer quería llevar al perro a un lugar seguro, pero él estaba asustado de las personas.
Ignorando los intentos de la mujer, el perro se fue a buscar comida. Sin embargo, la mujer decidió llevarlo a un lugar seguro usando comida como cebo. Aunque desconfiado, el perro finalmente cedió y la mujer logró ponerlo en una bolsa.
El perro había estado deambulando por un tiempo y olía mal. La mujer lo llevó primero a su trabajo, donde improvisó un refugio temporal. Después de su jornada laboral, lo llevó a una tienda de mascotas para un aseo.
Sin embargo, durante el aseo, se descubrió algo terrible: había un bulto grande en su abdomen. La mujer planeó llevarlo al hospital durante el fin de semana para más pruebas.
El perro no comía bien y se preocupaba por el frío después del aseo. La mujer le hizo una chaqueta y se turnaba para pasearlo durante su hora de almuerzo. A pesar de ser inteligente y cooperativo, el perro seguía siendo desconfiado.
Finalmente, la mujer lo nombró “Once”. Después de una serie de exámenes detallados, se descubrió que el bulto no era un tumor, sino una hernia inguinal. Once también sufría de problemas renales y su piel estaba gravemente infectada.
A pesar de los riesgos, la mujer decidió operarlo. La cirugía fue exitosa, pero Eleven aún necesitaba tratamiento adicional en el hospital.
Después de un tiempo de espera, la cirugía finalmente terminó. Eleven demostró una fuerza notable durante todo el proceso. Ahora, con un nuevo comienzo, Eleven encontró un hogar amoroso con su dueña.
A partir de ahora, Eleven vive una vida feliz y saludable, rodeada de amor y cuidado. Aunque su viaje comenzó con desafíos, su valentía y la dedicación de su dueña la llevaron hacia un futuro brillante y prometedor.