La mayoría de los perros callejeros que he visto luchan arduamente por sobrevivir. A menudo pasan días sin recibir una alimentación adecuada, y lo poco que obtienen rara vez es suficiente.
Esta grave desnutrición puede dejar a los perros en un estado deplorable, y muchos de ellos comienzan a ingerir cualquier cosa por pura desesperación para sobrevivir.
En esta historia nos adentraremos en la vida de un perro desesperado que pasó mucho tiempo alimentándose de ramitas y piedras antes de ser rescatado.
Cuando la Organización Animal del Sur recibió una llamada sobre un perro desnutrido que vivía en las calles de Nueva Orleans, corrieron de inmediato en su ayuda.
Los trabajadores de la organización se sorprendieron al ver en qué estado se encontraba. La mezcla de Weimaraner, ahora llamada Alex, casi había muerto de hambre y apenas se movía.
Lo llevaron apresuradamente al Control de Animales contra la Rabia de Vermilion Parish, en Nueva Orleans, donde recibiría la atención adecuada. Mientras estaba allí, una radiografía reveló algo bastante sorprendente.
Alex había estado consumiendo piedras y ramitas en la calle para sobrevivir. Fue una de las cosas más desgarradoras que jamás hubieran visto.
Afortunadamente, todo eso ya pasó. Ahora está en buenas manos y recibirá toda la ayuda que necesite para recuperarse por completo.
Alex pasó semanas recuperándose, y en su camino estuvo acompañado por una mujer llamada Diane Lundeen.
Cuando lo llevó por primera vez a un hogar de acogida, pensó que sería solo una solución temporal para Alex.
Sin embargo, con el paso del tiempo, su vínculo se hizo más fuerte y Diane supo que tenía que adoptarlo ella misma.
Durante el tiempo que estuvo con ella, su peso aumentó exponencialmente y su estado de ánimo cambió rápidamente. Pasó de ser un perro deprimido que vivía en la calle a ser un perro feliz y juguetón en tan solo unas semanas.
La mejor parte es que Alex pasa tiempo con sus nuevos hermanos perritos y les muestra lo increíble que es.
Es muy conmovedor ver una historia en la que un perro hambriento recibió la ayuda que tanto necesitaba.
Al final, todo salió bien para él y ahora disfruta cada momento con su nueva familia.