Un cachorro yacía en el suelo, retorciéndose de dolor y gimiendo. A pesar de que muchas personas caminaban por la calle, nadie estaba dispuesto a ayudarlo. Fue abandonado por su dueño en la calle debido a su discapacidad física, y los trabajadores de la limpieza lo golpearon con piedras, dejándolo herido y retorciéndose de dolor en el suelo.
Después de escuchar su llanto de socorro, los equipos de rescate llegaron apresuradamente y lo llevaron al hospital para un chequeo exhaustivo. Después de tranquilizarlo, finalmente se quedó en silencio, como un niño durmiendo. Nadie sabía qué había pasado con él; su cuerpo débil había sufrido graves daños.
Una hora más tarde, llegó al hospital. Los médicos realizaron radiografías y un examen completo de su cuerpo. El diagnóstico reveló defectos congénitos en sus patas delanteras, un cerebro subdesarrollado y un cráneo no completamente cerrado. También sufrió lesiones externas graves, con líquido acumulándose y presionando contra su médula espinal. ¡Y solo tenía dos meses de edad!
Los médicos le administraron una solución de glucosa intravenosa y un 50% de solución de glucosa para reducir la presión intracraneal y acelerar el metabolismo. También estaba sufriendo de dolor nervioso intermitente, y necesitaba compañía constante cada vez que sentía dolor y gemía.
Al día siguiente, fue sometido a una cirugía. Su nombre se convirtió en “Qi Zai”. Después de la cirugía, su estado de ánimo mejoró considerablemente. Aún tenía algo de hinchazón alrededor de los ojos, y el médico dijo que tomaría otros 10 días antes de que pasara lo peor.
El quinto día después de la cirugía, las heridas quirúrgicas en su cabeza fueron vendadas, y su presión ocular disminuyó gradualmente. Sus ojos se estaban recuperando mejor cada día, y el médico realizó terapia con láser en su cabeza para ayudar a su cerebro a sanar.
Ahora, Qi Zai se despierta y juega por sí mismo, a veces haciendo ruidos y mostrando su lado adorable. También ha aumentado su apetito y muestra una fuerte voluntad de vivir. Cuando sufre ataques de dolor nervioso, busca consuelo y espera que alguien lo acaricie para aliviar su dolor.
Qi Zai está siendo tratado con terapia láser todos los días, y los médicos usan gafas de sol pequeñas para proteger sus ojos. A pesar de que su cuerpo pesa poco más de 2 libras, está más saludable de lo que podríamos haber imaginado. El médico mencionó que incluso después de la cirugía, su tasa de recuperación es solo del 20% al 30%.
Los cuidadores lo mantienen en una cámara de oxígeno de alta presión para aumentar el suministro de oxígeno a su cerebro. Qi Zai parece saber que todos están tratando de salvarlo y coopera bien con todos los tratamientos.
Es asombroso ver cómo este pequeño y obediente perro ha sido tan maltratado. ¿Desde cuándo se ha vuelto tan exigente con la comida? Observar su progreso diario trae alivio a todos.
Los esfuerzos dedicados durante tanto tiempo finalmente han dado sus frutos. Los médicos advierten que los próximos seis meses serán críticos para su recuperación. Con la ayuda y el amor de tantas personas, estamos seguros de que Qi Zai se recuperará por completo.