He leído muchas historias sobre perros, pero las más difíciles de sobrellevar suelen ser aquellas en las que les sucede algo malo a los cachorros.
Son tan pequeños y vulnerables que presenciar algo trágico resulta desgarrador, ya que estos pequeños ni siquiera tuvieron la oportunidad de empezar su vida.
Existen numerosos casos de esta índole en todo el mundo, y es un problema que necesita ser abordado con mayor frecuencia.
En esta historia, nos centraremos en una madre perra que perdió a sus cachorros y terminó adoptando gatitos.
Debido a que no se esperaba que Milo tuviera sus cachorros por algún tiempo, fue una tragedia cuando descubrieron que ninguno de ellos había sobrevivido.
Esto sumió a la mamá perra en un estado de depresión, constantemente buscando a sus bebés a su alrededor.
Anita Osa, quien trabaja para Sunshine Dog Rescue en Arizona, hizo una publicación en redes sociales preguntando si alguien tenía cachorros sin madre para poder ayudarlos.
Ese no fue el caso. Las personas que respondieron dijeron que solo tenían gatitos, así que Osa decidió intentarlo y adoptarlos.
Fue a ver a la persona en Arizona que tenía los gatitos y los trajo de vuelta a casa. Osa le dijo a The Dodo: “Conocí a tres nuevos amiguitos. Voy a ver cómo se llevan con Milo”.
Cuando los llevó a Milo, notó que la perra estaba completamente relajada con los gatitos y no mostraba ningún signo de agresión.
Poco a poco los acercó a ella y comenzaron a aferrarse a ella. Osa dijo: “Desde el principio les di suplementos y les di biberón. Pero también tuvieron el consuelo de cuidar a Milo”.
Se llevaban muy bien y ella estaba muy contenta de verlos. En una ocasión, tomó a los gatitos para poder alimentarlos y Milo no podía esperar a ver a sus nuevos bebés nuevamente.
En el momento en que los trajo de regreso, Milo se emocionó instantáneamente al verlos y comenzó a darles besos.
Osa también se sorprendió al ver que el perro estaba mucho más atento a un gatito en particular que a los otros dos.
Gumball usualmente recibía toda la atención y ella no lo dejaba alejarse demasiado de ella por temor a su seguridad.
Cuando llegó el momento de que Milo encontrara su hogar para siempre, fue adoptada por un hombre llamado David.
Él también tenía una hermana a la que le encantaban los gatos y quería adoptar uno. Osa pensó que esta sería una gran oportunidad para que Milo y Gumball se reunieran, así que permitió que la hermana de David la adoptara.
En cuanto a los otros dos gatitos, también encontraron su hogar definitivo bastante rápido y están viviendo su mejor vida.
Osa dijo: “Estos gatitos tuvieron una mamá y no habrían tenido mamá. Que tengan un final tan conmovedor es algo hermoso para nosotros”.